En primer lugar Sandra nos contó un cuento de animales con pictogramas. Teníamos que ir adivinando lo que representaba...y ¡lo hemos acertado todo!
Después del cuento, Álvaro hizo un experimento muy interesante con agua, huevo y sal. Todos le echamos una mano. En un bote con agua metimos un huevo..y ¿qué pasó? Pues que el huevo se hundió hasta el fondo.
Pero a continuación en otro bote propuso echar sal al agua. Al meter el huevo....¡magia! el huevo, esta vez no se hundió...flotó. No dábamos crédito. 
¿Qué es lo que tendrá la sal para que el huevo haya flotado? Sabemos que la sal se utiliza para cocinar y aprendimos también en la excursión del otro día que el mar sabe salado porque tiene sal. Pues aprovechamos para probar la sal. Y esta es la cara que pusimos.
Pero ahí no quedó la cosa. Álvaro nos hizo otro experimento, esta vez utilizando como protagonista el globo y un palo con un pincho en la punta.
No nos podíamos creer lo que estaba haciendo cuando se puso a clavar la punta al globo. Ya sabemos como suena el globo cuando explota y nuestra primera reacción fue taparnos las orejas. Pero enseguida nos dimos cuenta que no hacía falta porque el globo no se explotaba. ¡Otra vez magia! Y eso ¿cómo? Porque antes de clavar el palo, el papá de Mateo mojaba el pico con aceite que utilizamos para cocinar.
Y lo más divertido fue pasarnos el globo pinchado unos a los otros.
Algunos no querían, otros eran más atrevidos. Pero lo más importante, es que nos divertimos y nos reímos mucho.
Ya para acabar, inflamos un montón de globos de muchos colores: RED, ORANGE, BLUE, WHITE, PINK, GREEN...y a jugar en el patio de las casitas. ¡El objetivo...que no se cayeran!
¡GRACIAS A TODA LA FAMILIA DE MATEO! ¡ NOS LO HEMOS PASADO PIPA!
ESPERAMOS QUE VOLVÁIS OTRO DÍA Y APROVECHAMOS PARA INVITAR A TODOS LOS PADRES DE LOS ALUMNOS INFANTIL A COMPARTIR UNA TARDE DIVERTIDA Y MÁGICA CON TODOS NOSOTROS.
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